Si eres de los que responde “Pero yo siempre lo he hecho así y sigo vivo” pues sigues vivo pero pregúntate ¿Eres feliz como estás?
Algunos estudios realizados en diferentes continentes coinciden en que mas del 46% de la población toman “desiciones” que realmente no lo son, son simplemente “hábitos”, acaso te vas a la tienda o a tu trabajo por rutas diferentes cada día, te levantas por el lado de la cama que quieres o solo te levantas, tomas una ducha y primero usas el shampoo y luego el jabón, ¿Cuánto te tardas en decidir cada una de estas acciones? Nada por qué no es una decisión ya es un habito.
Recuerda que cambiar un habito no es fácil, es simple
Para que los hábitos cambien realmente, solo tienes que creer que cambiarlos es posible; para un consumidor asiduo de alcohol el hecho de embriagarse no esta relacionado con simplemente perder el juicio o sentir que se pierde el control de sus actos, de lo que se trata en la mayoría de los casos es que se hace por que es el momento en que se esta en un aparente estado de felicidad, no hay conciencia de los problemas, las ausencias, no hay que comportarse bien según los principios de la sociedad, puedo escapar de todo lo que me hace responsable etc. Por ello cuando quieres cambiar un habito como este lo que debes es empezar a relacionar el nuevo habito con algo placentero, hablar con la gente que te rodea y encontrar que ellos cada día reconocen tu progreso, llevar un contador y darte cuenta que cada día sumas otro hacia ser capaz de lograr quizás un primer mes o año sin tomar alcohol.
Según el libro “El poder de los hábitos” de Charles Duhigg, los hábitos comprenden un bucle de tres pasos: La señal, la rutina y la recompensa; Invita a cambiar de hábitos a a traves de una estrategia que consiste en usar las mismas señales y proporcionar la misma recompensa, pero puedes alterar la rutina. Para entender mejor esta parte dejo a manera de ejemplo lo que yo personalmente hice para disminuir el consumo de dulce en mi día a día.
Qué hice para cambiar algunos de mis hábitos alimenticios? Comer menos galletas dulces
Mi primera señal es que cuando estoy ansioso el dulce me ayuda a controlar esta ansiedad, mi mente ya sabe que es verdad o al menos es lo que le e¡he enseñado a creer, por lo tanto ante la señal de las ganas de comer unas galletas de dulce fácilmente estando en la sala de mi casa iba al primer cajón entrando a la cocina y al abrirlo no encontraba un tipo de galletas sino quizás 5, con la excusa de ser las galletas para la lonchera de mi hijo pues siempre deben haber, tomaba las que quería y probablemente no era una paquete sino dos por si no quedaba “satisfecho”, lo cual por lo general terminaba en dos paquetes que yo me comía.
